“Si la industria automotriz avanzara tan rápidamente como la industria de los semiconductores, un Rolls Royce alcanzaría medio millón de millas por galón, y sería más barato tirarlo lejos que estacionarlo.” ~Gordon Moore.
Seguramente, antes de leer este blog, nuestra experiencia más cercana con la palabra "chip" se limitaba a esa pequeña plaquita de plástico que solíamos insertar en nuestros antiguos celulares. Pero, ¿era realmente un circuito integrado? ¿Se ajusta a la definición precisa de un microchip? Para comprenderlo mejor, retrocedamos en el tiempo hasta el surgimiento de esta maravilla tecnológica y exploremos juntos sus impactos en diversas áreas del desarrollo científico.
Un mundo en miniatura
Imagina por un momento un mundo en miniatura donde la tecnología se reduce a diminutas placas de silicio conocidas como microchips. Estos pequeños gigantes albergan una asombrosa cantidad de componentes electrónicos. Pero, para entender su composición y funcionamiento, es necesario distinguirlos de los circuitos eléctricos tradicionales. Según la página oficial del Premio Nobel:
Todos estos componentes están interconectados de manera intrincada en un espacio de apenas unos milímetros cuadrados. ¿Cómo es posible alojar todo eso en un espacio tan reducido? 😱
La construcción de un microchip
La construcción de un microchip es un proceso increíble. Comienza con una base de silicio a la que se le añaden sustancias especiales para crear áreas conductoras y otras no conductoras. Luego, mediante un proceso de "dibujo" con luz, se crean patrones en el chip, como si estuviéramos trazando caminos en un mapa. Después, se añaden capas dieléctricas y metálicas para conectar los componentes y formar circuitos lógicos, a menudo utilizando tecnología CMOS. Estas conexiones se protegen con un revestimiento y pasan por rigurosas pruebas antes de que el chip se corte en piezas individuales, cada una con pines para conectarse a otros dispositivos. Así, obtenemos dispositivos electrónicos compactos y funcionales que desempeñan un papel crucial en una amplia variedad de aplicaciones.
El nacimiento de una revolución
La historia de los microchips parte en la década de 1950, cuando científicos e ingenieros comenzaron a experimentar con la idea de integrar múltiples componentes electrónicos en un solo sustrato de silicio. En este viaje hacia la miniaturización tecnológica, Jack Kilby se erige como pionero.
Su invención marcó un hito trascendental y encendió la chispa de una auténtica revolución tecnológica. Sin embargo, el camino hacia la perfección no se detuvo allí. Robert Noyce, otro genio innovador en el campo de los circuitos integrados, desempeñó un papel esencial. Noyce no solo abrazó la visión de Kilby, sino que también contribuyó con innovaciones cruciales. Resolviendo problemas prácticos que afectaban al diseño original de Kilby, Noyce simplificó la estructura del chip al introducir una capa de metal en su diseño final y al eliminar algunas conexiones innecesarias. Estas mejoras hicieron que el circuito integrado fuera más apto para la producción en masa, pavimentando así el camino para su impacto en todo el mundo. Tiempo después, Robert Noyce se convirtió en uno de los cofundadores de Intel Corporation, uno de los gigantes de la industria de los circuitos integrados a nivel global.
El impacto en la Informática
Uno de los campos que más se ha beneficiado de la revolución de los microchips es la informática. Estos pequeños dispositivos han permitido la creación de computadores más pequeños, rápidos y eficientes (técnicamente, lo que requerimos hoy en día). Los microprocesadores, que son microchips especializados en realizar cálculos y tareas de procesamiento de datos, se han vuelto cada vez más poderosos con el tiempo, lo que ha permitido el desarrollo de software más avanzado y la automatización de tareas complejas.
La Electrónica de Consumo y las Comunicaciones
Los dispositivos electrónicos de consumo, como smartphones, tablets y smartwatches, también dependen en gran medida de los microchips. Estos componentes permiten la conectividad, el procesamiento de datos en tiempo real y la interacción intuitiva con el usuario. Además, los circuitos integrados han revolucionado las comunicaciones, haciendo posible la rápida transmisión de datos a través de Internet y el desarrollo de redes de comunicación cada vez más avanzadas.
El futuro de los microchips
A medida que la tecnología continúa avanzando, el papel de los microchips seguirá siendo fundamental. La miniaturización y la mejora constante de su rendimiento permitirán nuevas innovaciones en campos como la inteligencia artificial, la realidad virtual, la robótica y la energía renovable. Los microchips seguirán siendo el motor de la innovación en una variedad de industrias.
En suma, los microchips han demostrado ser una revolución en miniatura que ha transformado nuestra sociedad de maneras que a menudo pasamos por alto. Desde la informática hasta la inteligencia artificial, estos pequeños dispositivos electrónicos han dejado una huella indeleble en la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. A medida que seguimos explorando nuevas fronteras tecnológicas, podemos estar seguros de que los microchips seguirán siendo la fuerza impulsora detrás de la próxima ola de innovación.
Escrito por: Katherine Hernández Gaete.
Diseño: Valentina Núñez Grandón.
FUENTES:
Premio Nobel.org. (19 de octubre de 2012). La Historia del Circuito Integrado. https://web.archive.org/web/ 20121019213304/http://nobelprize.org /educational/physics/integrated_circuit /history/index.html
The Dallas Morning News. (2014). Jack Kilby holds an integrated circuit in his right hand that contains a silicon chip (the circuit contains it). [Fotografía]. Recuperado de https://dallasnews.com/business/ technology/2014/09/13/chips-off-the-old-block-texas-instruments-first-jack-kilby-day-celebrates-innovation/